La terapia cognitivo-conductual se enfoca en la vinculación del pensamiento y la conducta, y que recoge técnicas de reestructuración cognitiva, de entrenamiento en relajación y otras estrategias de afrontamiento y de exposición.

Durante el proceso terapéutico utilizo diversas estrategias que tienen por objeto la flexibilización y modificación de los esquemas disfuncionales y los pensamientos automáticos que se desprenden de éstos. 

Las herramientas de Programación Neuro-Lingüística y la Metáfora Terapéutica que utilizo no se limitan a la palabra aunque es uno de sus medios principales. Igual que hay palabras que dañan, hay palabras que sanan. Hablar más no significa necesariamente comunicarse mejor, a veces la mejor comunicación es el silencio, la calma y escuchar.

En la escucha activa de lo que la persona dice se recogen no solo sus palabras sino sobre todo su lenguaje "no verbal". Una vez identificado el núcleo del problema, se determinan los recursos que necesita la persona para resolverlo. Se le acompaña para "vivenciar" la activación de dichos recursos mediante una metáfora en forma de cuento o de otra clase. De esta manera el bloqueo emocional desaparece y la persona gradualmente recupera su parcela de vida perdida hasta el momento.